domingo, 26 de mayo de 2013

Acerca del "depredador".


En este camino de tratar de entender e universo en que nos hallamos inmersos en diferentes periodos de mi vida me he topado con conceptos inquietantes y que a priori cualquier humano medianamente racional rechazaría, no por imposible sino por el horror que implica aceptar semejantes conceptos.De hecho,,, como era medianamente racional... los rechacé.

Sin embargo eran persistentes y aparecían una y otra vez en diferentes lugares del mundo, en diferentes culturas, en piedras, en papiros, en libros , en autores que no se conocían entre ellos,,,,en tiempos distintos...
Bajo diferentes presentaciones siempre las mismas entidades aparecían ante los humanos que en ocasiones los vieron como dioses en otras demonios, angeles, extraterrestres Y sus ovnis, elementales,etc. 
Aunque siempre se nos escapaba su naturaleza última, su razón de ser y objetivos. y es que su propósito era demasiado obvio y por ello siempre estaba disfrazado de tal manera de paralizar el razonamiento humano y así no ser desenmascarados, de hecho su estrategia ha funcionado por miles, quizás millones de años.
Mas abajo acerco un resumen de lo que distintos escritores no han dejado sobre "ellos" esos "aliens entre nosotros" " esos extraños extranjeros".
Pero dejemos de lado mis elucubraciones y leamos lo que dicen algunos autores sobre ellos.

Salvador Freixedo

DEFENDAMONOS DE LOS DIOSES


«En tiempos pasados los hombres estaban siempre en busca de Dioses a quienes adorar. En el futuro, los hombres vamos a tener que defendernos de los Dioses». 
Comenta Freixedo de los dioses, con minúscula, que son seres, habitualmente invisibles a nuestros ojos, más inteligentes que los humanos, que habitan o visitan este planeta, quizás en otros planos dimensionales, vibratorios o espacio-temporales, y que se han dedicado a manipular el psiquismo y la conducta humana para obtener alimento, conocimiento y diversión, desde la más remota antigüedad tal y como recoge en su libro homónimo. 

Este libro es fundamental para conocer la ideología de Freixedo. Es la primera aproximación, pero muy vasta, al fenómeno paranormal, a la teoría de las escalas cósmicas, los diferentes niveles de existencia, y al hecho de que, desde hace centurias, las entidades de niveles superiores, pero próximos a nuestro nivel, han brincado a nuestro propio nivel de existencia para aprovecharse de nosotros.

Esas "entidades" han tomado diversas formas para presentarse ante el hombre, de acuerdo con la época. Han sido muy diversas pero muy evidentes y se han servido de muchas artimañas y herramientas místicas para llegar a nosotros, sin que se sepa exactamente para qué, aunque Freixedo plantea por primera vez que nos necesitan de una forma parecida, pero más evolucionada, a la forma en que nosotros necesitamos a los animales. La constante en todas esas intervenciones es que todo lo que dichos seres hacen y dicen para convencer al hombre es mentira, y muy poco beneficio han traído a la humanidad en general. 


Freixedo se sirve de la biblia cristiana y del pentateuco para probar sus afirmaciones, que no son sino verdades escritas en esos mismos libros, evidencias claras de lo que Freixedo ha planteado, escritas en nuestras mismas narices, pues en cada hogar católico-cristiano del mundo hay una biblia, sin embargo la mala interpretación (inducida por esos mismos seres), ha llevado a ignorar torpemente las realidades confesadas palabra por palabra en dichos escritos. 
"Tenemos que decir, desde el comienzo de este libro, que le retiramos nuestra fe como Dios Universal y Único al Dios del Pentateuco, al que reducimos su categoría convirtiéndolo en uno más de los muchos dioses menores que a lo largo de la historia han estado utilizando a los hombres". 


Capitulo 4 Por qué y para qué se manifiestan?

"El cerebro humano tiene una natural actividad psíquica; esta actividad psíquica, a pesar de que vulgarmente es considerada como algo sinónimo de «espiritual», sin embargo, en último término, no es sino una actividad eléctrica, lo que equivale a decir física, que consiste, tal como ya dijimos, en la emisión de ondas o radiaciones, pero de una frecuencia y longitud, y con unas características peculiarísimas, que hace que tales radiaciones no puedan ser detectadas por los instrumentos normales que usan los físicos, y sí en cambio, por instrumentos biológicos, tales como los cerebros de otras personas o de otros seres vivientes."

Pues bien, los Dioses se interesan mucho por esta actividad psíquica del cerebro humano y en particular por toda la actividad psico-fisica de los cerebros, cuando éstos están sometidos a ciertas excitaciones. Los Dioses sí están capacitados para captar las ondas que en determinadas circunstancias emite el cerebro. Por lo tanto, su principal actividad entre nosotros —y ésta es una de las más importantes afirmaciones de este libro— consiste en propiciar estas circunstancias en las que el cerebro emite las ondas o radiaciones que a ellos les interesan. 

¿Y qué sacan los Dioses de estas ondas emitidas por el cerebro humano? 

La respuesta tiene que ser genérica: sacan algo. No sabemos exactamente qué; pero sí hemos llegado a la conclusión de que sacan algo, a juzgar por lo atentos que han estado siempre para conseguirlas. 


A lo que parece —y en esto ya no estamos tan seguros— estas radiaciones provenientes del cerebro (y de otras fuentes, tal como veremos enseguida), son para ellos una especie de droga: algo así como para los hombres es el rapé, el tabaco, el café o el licor; es decir, un placer que no es de ninguna manera necesario ni imprescindible, sino un complemento placentero de nuestra alimentación. 


Carlos Castaneda
EL LADO ACTIVO DEL INFINITO


En el capitulo titulado SOMBRAS DE BARRO, aclara las dudas de quienes son los que se alimentan de nosotros, dice:
… Hoy vamos a discutir un tema muy serio de la brujería dijo don Juan de manera abrupta, y vamos a comenzar por hablar del cuerpo energético.

Me había descrito el cuerpo energético incontables veces, diciéndome que era un conglomerado de campos de energía que conforman el cuerpo físico cuando es visto como energía que fluye en el universo. Había dicho que era más pequeño, más compacto, y de apariencia más pesada que la esfera luminosa del cuerpo físico.

Don Juan me había explicado que el cuerpo y el cuerpo energético eran dos conglomerados de campos energéti¬cos comprimidos y unidos por una extraña fuerza aglutinante. Había enfatizado una y otra vez que la fuerza que une esos dos grupos de campos energéticos era, según los chamanes del México antiguo, la fuerza más misteriosa en el universo…


Descubrieron que "tenemos un compañero de por vida dijo de la manera más clara que pudo. Tenemos un predador que vino desde las profundidades del cosmos y tomó control sobre nuestras vidas. Los seres humanos son sus prisioneros. El predador es nuestro amo y señor. Nos ha vuelto dóciles, indefensos. Si queremos protestar, suprime nuestras protestas. Si queremos actuar independientemente, nos ordena que no lo hagamos…"

Has llegado, a través de tu propio esfuerzo, a lo que los chamanes del México antiguo llamaban el tema de temas dijo don Juan . Me anduve con rodeos todo este tiempo, insinuándote que algo nos tiene prisioneros. ¡Desde luego que algo nos tiene prisioneros! Esto era un hecho energético para los chamanes del México antiguo.

¿Pero, por qué este predador ha tomado posesión de la manera que usted describe, don Juan? pregunté . Debe haber una explicación lógica.

Hay una explicación replicó don Juan , "y es la explicación más simple del mundo. Tomaron posesión porque para ellos somos comida, y nos exprimen sin compasión porque somos su sustento. Así como nosotros criamos gallinas en gallineros, así también ellos nos crían en humaneros. Por lo tanto, siempre tienen comida a su alcance…"


"Quiero apelar a tu mente analítica dijo don Juan . Piensa por un momento, y dime cómo explicarías la contradicción entre la inteligencia del hombre ingeniero y la estupidez de sus sistemas de creencias, o la estupidez de su comportamiento contradictorio. Los chamanes creen que los predadores nos han dado nuestro sistemas de creencias, nuestras ideas acerca del bien y el mal, nuestras costumbres sociales. Ellos son los que establecieron nuestras esperanzas y expectativas, nuestros sueños de triunfo y fracaso. Nos otorgaron la codicia, la mezquindad y la cobardía. Es el predador el que nos hace complacientes, rutinarios y egomaniáticos."

¿Pero de qué manera pueden hacer esto, don Juan? pregunté, de cierto modo más enojado aún por sus afirmaciones . ¿Susurran todo esto en nuestros oídos mientras dormimos?


No, no lo hacen de esa manera, ¡eso es una idiotez! dijo don Juan, sonriendo . Son infinitamente más eficaces y organizados que eso. Para mantenernos obedientes y dóciles y débiles, los predadores se involucraron en una maniobra estupenda (estupenda, por supuesto, desde el punto de vista de un estratega). Una maniobra horrible desde el punto de vista de quien la sufre. ¡Nos dieron su mente! ¿Me escuchas? Los predadores nos dieron su mente, que se vuelve nuestra mente. La mente del predador es barroca, contradictoria, mórbida, llena de miedo a ser descubierta en cualquier momento.


»Aunque nunca has sufrido hambre continuó, sé que tienes unas ansias continuas de comer, lo cual no es sino las ansias del predador que teme que en cualquier momento su maniobra será descubierta y la comida le será negada. A través de la mente, que después de todo es su mente, los predadores inyectan en las vidas de los seres humanos lo que sea conveniente para ellos. Y se garantizan a ellos mismos, de esta manera, un grado de seguridad que actúa como amortiguador de su miedo.


No es que no pueda aceptar esto como válido, don Juan dije . Podría, pero hay algo tan odioso al respecto que realmente me causa rechazo. Me fuerza a tomar una posición contradictoria. Si es cierto que nos comen, ¿cómo lo hacen?


Don Juan tenía una sonrisa de oreja a oreja. Rebosaba de placer. Me explicó que los chamanes ven a los niños humanos como extrañas bolas luminosas de energía, cubiertas de arriba a abajo con una capa brillante, algo así como una cobertura plástica que se ajusta de forma ceñida sobre su capullo de energía. Dijo que esa capa brillante de conciencia era lo que los predadores consumían, y que cuando un ser humano llegaba a ser adulto, todo lo que quedaba de esa capa brillante de conciencia era una angosta franja que se elevaba desde el suelo hasta por encima de los dedos de los pies. Esa franja permitía al ser humano continuar vivo, pero sólo apenas.

Como si hubiera estado en un sueño, oí a don Juan Matus explicando que, hasta donde él sabía, la humanidad era la única especie que tenía la capa brillante de conciencia por fuera del capullo luminoso. Por lo tanto, se volvió presa fácil para una conciencia de distinto orden, tal como la pesada conciencia del predador.

Luego hizo el comentario más injuriante que había pronunciado hasta el momento. Dijo que esta angosta franja de conciencia era el epicentro donde el ser humano estaba atrapado sin remedio. Aprovechándose del único punto de conciencia que nos queda, los predadores crean llamaradas de conciencia que proceden a consumir de manera despiadada y predatorial. Nos otorgan problemas banales que fuerzan a esas llamaradas de conciencia a crecer, y de esa manera nos mantienen vivos para alimentarse con la llamarada energética de nuestras seudo preocupaciones…

¿Qué me está diciendo, don Juan? pregunté débilmente. Mi garganta estaba constreñida. Apenas podía respirar.


Lo que estoy diciendo es que no nos enfrentamos a un simple predador. Es muy ingenioso, y es organizado. Sigue un sistema metódico para volvernos inútiles. El hombre, el ser mágico que es nuestro destino alcanzar, ya no es mágico. Es un pedazo de carne. No hay más sueños para el hombre sino los sueños de un animal que está siendo criado para volverse un pedazo de carne: trillado, convencional, imbécil…

Este predador dijo don Juan , que por supuesto es un ser inorgánico, no nos es del todo invisible, como lo son otros seres inorgánicos. Creo que de niños sí los vemos, y decidimos que son tan terroríficos que no queremos pensar en ellos. Los niños podrían, por supuesto, decidir enfocarse en esa visión, pero todo el mundo a su alrededor lo disuade de hacerlo.


»La única alternativa que le queda a la humanidad continuó es la disciplina. La disciplina es el único repelente. Pero con disciplina no me refiero a arduas rutinas. No me refiero a levantarse cada mañana a las cinco y media y a darte baños de agua helada hasta ponerte azul. 
Los chamanes entienden por disciplina la capacidad de enfrentar con serenidad circunstancias que no están incluidas en nuestras expectativas. Para ellos, la disciplina es un arte: el arte de enfrentarse al infinito sin vacilar, no porque sean fuertes y duros, sino porque están llenos de asombro.

¿De qué manera sería la disciplina de un brujo un repelente? pregunté.

Los chamanes dicen que la disciplina hace que la capa brillante de conciencia se vuelva desabrida al volador dijo don Juan, escudriñando mi cara como queriendo encontrar algún signo de incredulidad . El resultado es que los predadores se desconciertan. Una capa brillante de conciencia que sea incomible no es parte de su cognición, supongo. Una vez desconcertados, no les queda otra opción que descontinuar su nefasta tarea.


»Si los predadores no nos comen nuestra capa brillante de conciencia durante un tiempo continuó , ésta seguirá creciendo. Simplificando este asunto en extremo, te puedo decir que los chamanes, por medio de su disciplina, empujan a los predadores lo suficientemente lejos para permitir que su capa brillante de conciencia crezca más allá del nivel de los dedos de los pies. 
Una vez que pasa este nivel, crece hasta su tamaño natural. Los chamanes del México antiguo decían que la capa brillante de conciencia es como un árbol. Si no se lo poda, crece hasta su tamaño y volumen naturales. A medida que la conciencia alcanza niveles más altos que los dedos de los pies, tremendas maniobras de percepción se vuelven cosa corriente.


»El gran truco de esos chamanes de tiempos antiguos continuó don Juan era sobrecargar la mente del volador con disciplina. Descubrieron que si agotaban la mente del volador con silencio interno, la instalación foránea saldría corriendo, dando al practicante envuelto en tal maniobra la total certeza del origen foráneo de la mente. La instalación foránea vuelve, te aseguro, pero no con la misma fuerza, y comienza un proceso en que la huida de la mente del volador se vuelve rutina, hasta que un día desaparece de forma permanente. ¡Un día de lo más triste! Ése es el día en que tienes que contar con tus propios recursos, que son prácticamente nulos. No hay nadie que te diga qué hacer. No hay una mente de origen foráneo que te dicte las imbecilidades a las que estás habituado.


Mi maestro, el nagual Julián, les advertía a todos sus discípulos -continuó don Juan , que éste era el día más duro en la vida de un chamán, pues la verdadera mente que nos pertenece, la suma total de todas nuestras experiencias, después de toda una vida de dominación se ha vuelto tímida, insegura y evasiva. Personalmente, puedo decirte que la verdadera batalla de un chamán comienza en ese momento. El resto es mera preparación…


Te voy a revelar uno de los secretos más extraordinarios de la brujería. Te voy a describir un hallazgo que les tomó a los chamanes miles de años para verificar y consolidar.

Me miró y sonrió de manera maliciosa.

"La mente del volador huye para siempre cuando un chamán logra asirse a la fuerza vibradora que nos mantiene unidos como conglomerado de fibras energéticas. Si un chamán mantiene esa presión durante suficiente tiempo, la mente del volador huye derrotada. Y eso es exactamente lo que vas a hacer: agarrarte a la energía que te mantiene unido..."

Juan G Atienza dice en su libro "La gran manipulación cósmica".



"He hablado de nutrición y he querido expresar precisamente eso: nutrición, canibalismo, alimento, comida, subsistencia, vitaminas y proteínas e hidratos de carbono… o la materia o la energía que puede servir de sustitutivo o de complemento nutricio a las entidades que, sin saberlo nosotros racionalmente, están ahí y nos manipulan, porque ése es su derecho dimensional y natural: el de manipularnos, exactamente lo mismo que nosotros -¡los amos del mundo no lo olvidemos!- estamos o nos consideramos en el derecho de devorar y dirigir y manipular a los seres de conciencia dimensional inferior.


Nosotros somos, para el mundo de lo suprarracional, lo mismo que el mundo de los animales superiores para nosotros. Nosotros dominamos ese mundo con la razón, que supera al entendimiento de nuestras bestias, pero a nosotros se nos está dominando y se nos manipula mediante una supra-racionalidad -o irracionalidad, porque ese mundo no tiene nada de racional ni de razonable- que jamás podríamos ser capaces de comprender.


Por mi parte, estoy absolutamente convencido de que no es gratuito, ni mucho menos, el paralelismo, simbólico en el Evangelio, del pastor y de las ovejas, del mismo modo que no es casual ni arbitrario el que yo mismo, líneas más arriba, haya colocado a los pastores como ejemplo de nuestra condición de "ganado" apto para servir a las supuestas o sospechadas necesidades de determinadas entidades supradimensionales que nos utilizan de un modo que a nosotros nos ha de resultar, esencial y visceralmente, inaprensible, al menos mientras nos empeñemos en aferrarnos a nuestro racionalismo a ultranza y no seamos capaces, en tanto que especie, de reconocer nuestro puesto exacto en el orden establecido en el cosmos.

(Naturalmente, me estoy refiriendo estrictamente a un puesto que nosotros no hemos elegido, sino que, en cierto modo, nos ha sido asignado. Y del mismo modo que la cabra o la oveja no han elegido libremente su inserción en el contexto del rebaño, pero tienen que aceptarla, porque hay una entidad -el pastor- que las manipula irremisiblemente y al que tienen que obedecer, en persona o a través de sus ayudantes los perros, así nosotros hemos de asumir nuestro papel de ganado alimentario de conciencias situadas dimensionalmente por encima de nosotros).

Pensemos en el pastor una vez más: ¿consentiría en que sus ovejas, sus cabras, sus vacas o sus cerdos comenzasen a expresar su deseo de libertad y de independencia, y se negasen a obedecer sus órdenes o las órdenes secundarias de los perros? ¿Comprendería acaso que esos seres tienen derecho (cósmico derecho, si queremos) a elegir el momento, la circunstancia y el lugar de su propia evolución hacia estados de conciencia superiores?"


John Baines (En: "Los Brujos Hablan").



El sapiens, en su lucha inclemente por la existencia, hace que su aparato emocional y nervioso elabore ciertos elementos incorpóreos, pero de una extraordinaria potencia, los cuales "abandonan" el cuerpo humano en forma de vibraciones que son emitidas por antenas incorporadas en su unidad biológica, las cuales se encuentran orientadas y sintonizadas con la frecuencia de los Arcontes, que así "cosechan" esta fuerza y la utilizan con fines que no divulgaremos; volviendo a advertir que, de todos modos, cumplen una función cósmica.

Es así como el sapiens es despojado inadvertidamente del producto más noble producido por él mismo, el destilado final de la experiencia humana... el "caldo aurífero" de su vida.

El sapiens debe nacer, sufrir, amar, gozar, reproducirse, construir civilizaciones, destruirlas, enfermar y morir, sólo para beneficio de potencias superiores invisibles, quienes capitalizan el "producto vital".

El sapiens es, por lo tanto, un esclavo a perpetuidad. No obstante, ejemplares individuales o aislados (segregados del grupo), pueden llegar a ser libres"

A mí también se me revolvió al estómago la primera vez que leí esto. Hay mucho qué digerir de las palabras de don Juan, de Frexeido y otros que en general llegaron a las mismas conclusiones aunque quizás en diferentes términos, así que creo que es mejor que continuemos con esta reflexión más adelante. La siguiente entrada puede aclarar algo mas los conceptos "Somos alimento de los dioses"?.


Archer 012

1 comentario:

  1. Muy Interesante, 3 de mis autores predilectos, primero conoci a Castañeda, luego a Freixedo, y hace relativamente poco a Baimes, es increible como se complementan

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